La desahuciada enferma - Rosalía de Castro
Sintiéndose acabar con el estío
la desahuciada enferma,
-¡Moriré en el otoño!
-pensó entre melancólica y contenta-,
y sentiré rodar sobre mi tumba
las hojas también muertas.
Mas... ni aun la muerte complacerla quiso,
cruel también con ella;
perdónole la vida en el invierno
y cuando todo renacía en la tierra
la mató lentamente, entre los himnos
alegres de la hermosa primavera.